viernes, 23 de diciembre de 2011

La casa de Dios y nuestra casa




LA CASA DE DIOS Y NUESTRAS CASAS

El  objetivo del mensaje en esta noche no es realizar un estudio de la carta escrita por el apóstol Pablo a Timoteo y a Tito, sino hacer uso de ellas para mostrar la similitud de los problemas vividos en la iglesia de aquel tiempo con los problemas que atraviesa la iglesia en estos tiempos. Para ello vamos a analizar primeramente la situación que generaba los problemas en aquellas iglesias, para luego mostrar la solución propuesta por medio del  apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo, para la correcta edificación de las mismas

1° Timoteo 3:14-15
14Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.

Tito 1
5Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;

En estas dos citas observamos primeramente cual es la intención del apóstol al escribir las cartas, tanto a Timoteo como a Tito, donde busca orientar y aconsejar a ambos para que los mismos corrijan y ordenen la casa de Dios la cual es la Iglesia de Jesucristo.

Dicho trabajo representaba una gran responsabilidad para ambos, ya que ordenar las mismas no era tarea facial, sabiendo que hasta ese momento no existían las cartas como recurso para obtener parámetros de un correcto orden.

También leemos claramente en la cita de arriba (1° Timoteo 3:15) que el apóstol describe a la iglesia de Jesucristo como  la casa de Dios, que para esta noche es parte del título del mensaje, (La casa de Dios y nuestras casas). Definir a la iglesia como casa de Dios, implica que él es nuestro dueño, implica que Dios habita en la iglesia, que habita en medio de nosotros, tal como lo expresan las siguientes citas bíblicas:

Mateo 18:20
20Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos

Hebreos 3
5Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; 6pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

O sea que nosotros aparte de ser la iglesia de Cristo, su cuerpo, somos también la casa de Dios…

Pero observamos en las dos primeras citas bíblicas (1°Timoteo 3:14-15 y Tito 1:5) que la iglesia aun siendo la casa de Dios, padece de algunos problemas de desorden y sujeción al dueño de la casa, lo cual es uno de los motivos por el cual el apóstol escribe ambas cartas a los hermanos.

Y para el análisis de la situación y el problema vamos a desarrollar una analogía para una mejor interpretación

1)    ANALOGIA TOMADA DE NUESTRAS CASA
Vamos a ilustrar la situación con ejemplos prácticos de nuestras vidas; Para ello vamos a traer a la memoria nuestras propias vidas en la etapa de adolescencia, cuando aun estábamos en el hogar de nuestros padres.

Que en tal caso considero que aquella etapa es muy común en la mayoría de la personas, ya que éramos  dependientes de nuestros padres terrenales, siendo ellos o él (el papá) el jefe del hogar, la autoridad que  regía en aquella casa donde convivíamos. Pero sucedía quizá en muchas ocasiones que no estábamos dispuestos a sujetarnos al jefe del hogar, no estábamos dispuestos a seguir sus órdenes, porque para nuestro criterio nos parecían reglas y normas totalmente erróneas o equivocadas, indirectamente nos constituíamos auditores del trabajo de administración de nuestros padres, examinábamos el gobierno que llevaban sobre la casa,  y quizá en más de una oportunidad nos tomábamos atribuciones que no nos correspondían, como opinar y proponer mejoras, discutir sobre algunas reglas impuestas por el gobierno en curso (nuestro padre)…

En mas de una oportunidad también nos quejábamos de sus reglas, de sus decisiones, éramos críticos y opositores del gobierno que desempeñaban, de las formas y métodos de crianza que usaban con nosotros, de la forma que utilizaban para educarnos, del método de castigo, y quizá este ultimo era el que mas nos molestaba…
Nos considerábamos en ocasiones mas sabios y mejores que ellos, mejores pensadores, imaginando que cuando fuésemos papás y tengamos que administrar nuestro propio hogar íbamos a construir un hogar perfecto, utilizando otras formas y métodos que considerábamos mejores para la perfecta administración, pero como pensar no cuesta nada….

Pero mientras estábamos bajo aquel mando, queríamos imponer nuestras reglas, nuestras formas, nuestra constitución, queríamos usurpar el mando, y quizá algunas de las ideas que aportábamos no eran malas, quizá n algunos casos si éramos mejores pensadores…

Pero lo que no teníamos era consideración, nos olvidábamos que la casa la había construido él, él se había desgastado para fabricarla, había entregado varios años de su vida para ejecutarla, o en algunos casos  para conseguirla o para pagarla, era él el que había entregado sus fuerzas  para suplir nuestras necesidades, era él el que había cargado con las demandas de sostener a una familia, de sostener una economía, una administración, los servicios de la vivienda, y todo lo que se necesita en un hogar, solventar y sostener nuestra alimentación, nuestra educación, como también sostener el grande amor de un padre por sus hijos, que le obligaba a defendernos en cualquier situación a pesar de nuestro rechazo y oposición…

Él tenía que velar por nosotros sin importar que al hacerlo a veces  cosechaba rechazo por nuestra parte.
Él estaba llevando a cabo lo que había considerado una hogar perfecto, en su momento ya lo había planeado y lo estaba ejecutando, así como nosotros ahora con nuestras familias llevamos a cabo lo que consideramos que funcionará para tener un hogar perfecto, porque NADIE en su sano juicio va a QUERER  CONSTRUIR UN HOGAR DESASTROSO, todos tenemos nuestras formas y métodos que llevamos a cabo, pero el resultado lo vamos a ver luego. Así también sucedía con nuestros padres, ellos ponían de sí mismo para hacer un hogar perfecto, ellos jamás tuvieron la idea de hacer un mal hogar, estaban llevando a cabo lo que ya habían desarrollado con sus pensamientos, estaban poniendo por obra sus ideales, y trabajaban por ello, a fin de poder lograrlo, ambos entregaban sus fuerzas y sus años para construir lo que consideraba que era correcto

Pero nosotros como hijos rebeldes, queríamos tomar las decisiones sin gastar nuestras fuerzas, queríamos gobernar la casa sin hacer el mas minimo esfuerzo por mover un solo dedo, queríamos ser los pensadores, o los reyes soberanos que podían decidir con el esfuerzo y el trabajo de nuestros padres, queríamos ser los jefes del hogar sin ocupar el lugar del trabajador, sin estar dispuestos a soportar o aguantar la vorágine de la vida y de lo que cuesta administrar un hogar…

También recuerdo que en algunas ocasiones mi papas me dijeron, ya vas a tener la oportunidad de administrar tu propio hogar y tu propia familia, y cuando llegue ese día vas a poder ensayar todos tus pensamientos de lo que vos consideres que es lo mejor, tu imaginas que es fácil pero lo vas a saber cuando te toque el turno de hacerlo, porque ahora es fácil hablar y es gratis opinar, no cuesta nada proponer ideas,  pero cuando pongas a prueba tus consejos allí verás si son efectivos o no.

Hoy en día tengo que reconocer que tenía mucha razón, quizá muchos de nosotros en nuestros hogares hoy usamos muchos de sus métodos, y generalmente  aquellos que habíamos despreciado,

La realizad es que gobernar y administrar una casa, no se trataba solo de dar ideas, había que esforzarse y gastarse para llevar a cabo dichas ideas, trabajar por ellas, gastarse por ellas, padecer por ellas...

2)    LA SITUACION REAL DE LA IGLESIA EN AQUEL TIEMPO
Esta analogía ilustra perfectamente la situación que atravesaba la iglesia en aquel tiempo, como también la que atravesamos en la actualidad, el problema es y era exactamente el mismo que ilustramos en la analogía, un desorden de jerarquía, estaban pensando quien iba a ser el administrador de la casa de Dios

Imagino la situación con mujeres queriendo tomar la palabra para presidir en las reuniones, hombres celosos unos de otros peleándose por ministrar en los cultos, juzgándose unos a otros, muchos opinólogos dando consejos y formas de cómo debería ser la funcionalidad de la iglesia, muchos pensadores sabios en su propia opinión, muchas voces, mucho egoísmo y una falta total de amor…

Y con tal situación nos preguntamos ¿cómo se resolvería este gran problema en la casa de Dios?, considerando que hasta aquel tiempo no se contaba con las mencionadas cartas a Timoteo y Tito…

Como se resolvería esto en la mente de Pablo antes de escribir dichas cartas, como iba a hacer para considerar entre tantas opiniones y consejos cual sería la acertada para llevara a cabo la administración de la casa de Dios, bajo que parámetros iba a elegir a los administradores…

Pero esa iba a ser la solución al problema, que es casualmente lo que hace el apostol Pablo, poner parámetros, para filtrar de esta manera tantas opiniones, filtrar atravez de los mismos los opinólogos de los verdaderos trabajadores, de los sabios en su propia opinión, iba a probar la ciencia de cada uno observando sus vidas, observando sus casas, observando la administración de sus hogares…

PORQUE QUERER SER ADMINISTRADOR DE LA CASA DE DIOS QUE ES LA IGLESIA,  ES TOTALMENTE DIFERENTE DE QUERER ADMINISTRAR UN CULTO DE DOS HORAS, la iglesia no es solo un culto de los días domingos o sábados…

3)    LA SOLUCION
Entonces el consejo verdadero se iba a reflejar en la vida de aquellos que trabajaban en su santificación con todos los de su casa, aquel cuyo consejo era vivido, ensayado y practicado primeramente en casa, adquiriendo experiencia para proponer soluciones y una buena administración en la iglesia. Pablo propondría a través de sus cartas el observar la vida de los candidatos o aspirantes, a fin de comprobar si los mismos eran aptos para desempeñarse como verdaderos administradores.

1 Timoteo 3
1Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

Tito 1
 6el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.

Sería también, y esto solo a modo de ejemplo; como cuando una empresa busca un administrador para el desempeño de la misma, que para tal caso los candidatos deben cumplir con el perfil solicitado para dicha vacante, que siempre en todos los casos es necesario tener experiencia.

Administrar la casa de Dios requiere de experiencia sensata comprobada en la administración de nuestros propios hogares,  porque de lo contrario tal persona no tendría ninguna garantía para desempeñarse como un buen administrador de otra familia como lo es la iglesia, sabiendo que a la suya propia no la puede gobernarla. NO UN NEOFITO

Por eso el texto es claro al decir: “Que gobierne bien su casa”, que tenga a sus hijos en sujeción, porque es necesario que el obispo sea irreprensible como buen administrador de Dios

Imagino que ante tal demanda muchos agacharon la cabeza, muchos quedaron fuera por no cumplir con el perfil solicitado.
Lo real es que el reflejo perfecto de nuestra aptitud la reflejamos en el desarrollo de la administración de nuestras casas, en el gobierno de la misma, porque es allí donde se ponen a prueba todos los conocimientos, es allí donde demostramos tener aptitud para el servicio. Si somos buenos administradores, significa que hemos aprendido lo que verdaderamente representa administrar una casa, tal como lo expresábamos en la analogía, trabajar por la familia, velar por el hogar, mantener una economía, una administración, el amor, etc…

Hermanos, la espiritualidad de las personas no pasa por la forma en la que predican, sucede que hay personas que son muy buenos oradores o predicadores, pero cuando conocemos su entorno y su familia conocemos su realidad, algunos viven en un desorden total, una pésima administración de sus casas, y tristemente son los que administrar y presiden, o también los que buscan presidir, los que buscan tener voz en la congregación… (Hablo de forma generalizada).

Sucedía en aquel tiempo, que muchos indirectamente o directamente anhelaban administrar o gobernar la iglesia, pero solo proponiendo como deben hacerse las cosas, querían administrar solo con palabras, sin la menor intensión de esforzarse por ella, sin hacer ni el más minino esfuerzo por la familia de la fe.

Pero como hemos mencionado anteriormente, la experiencia se iba a demostrar en la vida de las personas, en la convivencia familiar, porque es allí donde ponemos a prueba lo que somos, es allí donde nadie ajeno a la familia nos ve, y pulimos nuestros conocimientos, nuestro carácter, nuestros métodos, nuestra forma, es allí donde conocemos nuestra aptitud para el servicio.

Actualmente muchos hermanos en las iglesias solo quieren proponer sus ideas y pensamientos, pero no están dispuestos a ensayarlas en sus casas, mas yo les insto a que experimentemos los conocimientos en nuestros hogares, porque tal como lo expresa la carta leída (1°Timoteo 3 y Tito1) el que no sabe gobernar su propia casa pretenderá aportar opinión de la iglesia de Cristo…

Todos los que tenemos familia sabemos que administrar una casa no es sencillo, no se la administra solo con palabras, sino que debemos esforzarnos por ella, trabajar, desgastarnos, no por obligación sino con amor sincero, velando por todos los integrantes de la familia, suplir sus necesidades, darles una cobertura, una educación, protección, etc.

Administrar la casa de Dios, una congregación es exactamente lo mismo, debemos trabajar por ella, mantenerla, brindar el alimento a los que en ella habitan, suplir para todos los servicios en todos los casos, enseñar, exhortar, contener, amar…

Hay que cumplir con el perfil necesario para dicha tarea.

4)    EL PERFIL NECESARIO
1° Corintios 4
19  Pero iré pronto a vosotros,  si el Señor quiere,  y conoceré,  no las palabras,  sino el poder de los que andan envanecidos.
20  Porque el reino de Dios no consiste en palabras,  sino en poder.

El reino de Dios consiste en poder, No son solo palabras, sino poder, y esto es a través de haber vivido el evangelio, no tan solo opiniones o palabras
Y tal poder sabemos que lo da Dios, es él el que se lo atribuye a los siervos para llevar a cabo el trabajo en la iglesia, en los hogares y en la vida misma

Administrar la casa de Dios no es solo organizar un culto o una reunión que dura tan solo dos horas, sino es ocuparse de ella todos los días, velando por la familia de la fe.

Es esta la elección que busca hacer el apostol Pablo, hombres que hayan experimentado una buena administración y gobierno de sus propios hogares en amor y sinceridad de la verdad

Es un llamado a trabajar en la casa de Dios, de la misma forma que trabajo para su casa, en el mismo amor y esfuerzo, así como se había gastado por su hogar, ahora debía gastar sus fuerzas, su tiempo y todo lo necesario para administrar la casa de Dios, no tan solo los días de reunión, sino todos los días, es una cambio de hogar, pero el principio de administración es el mismo, porque hay que alimentar a los de la casa, cuidar la casa, llevar sus finanzas, en fin…

Siempre tenemos algunas ideas o pensamiento de cómo debe sería una iglesia perfecta, pero no tenemos muchas ideas de como hacer una hogar o familia perfecta…

ACLARACION: Aunque la cita de los textos que hemos leído tanto en Timoteo  o Tito,  siempre se han usado para definir los requisitos necesarios que deben cumplir las personas que pastorean una congregación, como también considero un gran error el subtitulo propuesto por la sociedad bíblica unidades (requisito para los obispos), considero que es mucho más extenso que eso, porque primeramente ha servido para filtrar a las personas, pero no tiene la intensión de dividir a la iglesia, antes busca que todos lleguen a la medida, alentando a las personas a acomodar sus vidas, sus hogares, sus familias, a vivir y poner a prueba los conocimientos y la doctrina. En muchos casos también se ha mal interpretado, y se ha usado de mala manera, actualmente se usa mas para señalar a los que presiden pero no para autocorregirnos, he escuchado que se usa mas para criticar a los pastores justificándose con el mismo texto de la mala administración de sus casa, alegando que como ellos no son pastores no deben cumplir los requisitos…

5)    ADMINISTRANDO UNA NUEVA FAMILIA
Ser administradores de la casa de Dios, es administrar una nueva familia, LA FAMILIA DE LA FE,

Gálatas 6:
10  Así que,  según tengamos oportunidad,  hagamos bien a todos,  y mayormente a los de la familia de la fe.

Efesios 2
19  Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos,  sino conciudadanos de los santos,  y miembros de la familia de Dios,

Como un traspaso de familia, antes era solo administrador de una pequeña familia ahora lo es de una mucho mas numerosa, y esto no es metafórico, es real, porque vamos a convivir en la misma casa, en la casa de Dios que es la iglesia, columna y baluarte de la verdad con los nuevos integrantes

1°Pedro  2
5  vosotros también,  como piedras vivas,  sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo,  para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Un trabajo, una obra, construir una casa, asi como la en la analogía observábamos el  desgaste de nuestros padres para construirlas, es el mismo esfuerzo ahora, pero instando a que los integrantes de la familia que conviven en la casa no obren en rebeldía, sino siendo todos edificados, y edificarnos unos a otros, para poder gozarnos en el desarrollo de la obra terminada

1° Timoteo 5
17  Los ancianos que gobiernan bien,  sean tenidos por dignos de doble honor,  mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

1° Tesalonicenses 5
12  Os rogamos,  hermanos,  que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros,  y os presiden en el Señor,  y os amonestan;
13  y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra.  Tened paz entre vosotros.
14  También os rogamos,  hermanos,  que amonestéis a los ociosos,  que alentéis a los de poco ánimo,  que sostengáis a los débiles,  que seáis pacientes para con todos.

Si como familia no podemos convivir, la obra no podrá terminarse, es necesario el aporte de todos los de la casa, aunados en amor para la correcta edificación, de lo contrario jamás se terminaría la obra

Mateo 12
25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.

Como casa de Dios, como cuerpo de Cristo, no vamos a prevalecer si estamos divididos, no vamos a permanecer, claramente dice las escrituras que una casa dividida no puede permanecer

HERMANOS; SOMOS LA CASA DE DIOS, y esto es una gran responsabilidad, es toda una tarea que tenemos por delante, lo que tengamos que hacer, el don que Dios haya puesto en nosotros, en  cada uno de los integrantes de esta familia póngalo en obra

6)    LA TAREA FUNDAMENTAL DE LA CASA DE DIOS
Mateo 21
12Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 13y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

La casa de Dios será llamada casa de oración, lo dijo el dueño de la casa, y si tal casa somos nosotros debemos en todo tiempo acercarnos a él en oración, buscando su consejo y aprobación para todas las tareas y ocupaciones en el servicio.

1° Timoteo 2
8  Quiero,  pues,  que los hombres oren en todo lugar,  levantando manos santas,  sin ira ni contienda.

Oremos en todo lugar, de otra manera no seremos la casa de oración mencionada por Jesús en el libro de Mateo. La administración de la casa de esta sujeta a mucha oración, y como administradores hay que  estar pronto a reunirse con el dueño de la casa a fin de obedecerles en todo

No solo los pastores y diáconos, toda la familia debe trabajar para el buen funcionamiento de la casa, buscando el oficio al que ha sido llamado para la gloria de Dios

1° Pedro 4
 10Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

La paz del Señor Jesucristo

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