martes, 27 de diciembre de 2011

Mensaje 2 de 4: "Hombres que actuaron por fe"




UNA FE INQUEBRANTABLE

El mensaje anterior habíamos analizado la vida de Sansón, cuyo nombre estaba puesto en la carta a los Hebreos como ejemplos de hombres que actuaron por fe, examinando su obrar frente a situaciones difíciles y complicadas que se destacan de su vida…

Donde observamos casualmente que en aquellas situaciones más sobresaliente y difíciles de su vida no quebró su confianza en Dios, y aunque fue humillado y quebrantado en su carne, se mantuvo sin quebrar su fe

Es por ello este mensaje tiene como título, “Una fe inquebrantable”, y aunque puede parecer un nombre muy común, desarrollar su verdadero significado nos va a dejar grandes enseñanzas, porque si consideramos el significado de esta palabra (inquebrantable) conoceremos que es una cualidad que no se aplica a cualquier elemento que conozcamos.

Nosotros a la verdad como hombres no poseemos aquella cualidad, somos falibles, somos quebrantables,  pero nacidos en Cristo somos hechos nuevas criaturas, y aquella cualidad de ser inquebrantable la desarrollaremos en nuestro interior, porque es allí donde no debemos quebrarnos, en aquel eslabón que nos une a Jesucristo, aquella fe que es a veces inexplicable debe ser inquebrantable. Nuestra fe en Jesucristo debe ser inquebrantable

Hebreos 11
32¿Y qué más digo?

La verdad que si tenemos que considerar, todo lo que hasta este verso  viene exponiendo el escritor guiado por medio del Espíritu Santo para explicar la doctrina de la fe, con los ejemplos mencionados hasta aquí es más que suficiente para su comprensión, pero a pesar de ello, decide poner a nuestra disposición más ejemplos en la lista a fin de facilitar la comprensión de la enseñanza y certificar la veracidad del mensaje.

32¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

Y aunque el escritor solo menciona rápidamente los nombres de algunos hombres y detalla solo unos sucesos como ejemplos, la realidad es que son hechos extraordinarios que acontecieron verdaderamente en la vida de estos hombres, que en situaciones muy difíciles se sostuvieron confiando en Dios mediante la fe que obro en ellos. Permanecieron firmes en Dios por medio de la fe, como sujetos a un eslabón inquebrantable que los sostenía ligados y aferrados a Dios, como si estuviesen mirando al invisible (Hebreos 11:27), creyendo en Dios  guardando toda su ley, toda la doctrina en la que habían sido enseñados y persuadidos desde su niñez.

Entre tantos maravillosos ejemplos, el que más me impacto fue el de aquellos que por confiar en Dios apagaron fuegos impetuosos, demostrando estar sostenidos a él por medio de una fe inquebrantable.

Para ello vamos a analizar brevemente lo sucedido a Ananías, Misael y Azarías, conocidos como Sadrac, Mesac y Abed-nego en el libro de Daniel el profeta

DANIEL 3
Rescatados del horno de fuego
1El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia.

Nabucodonosor conocido como el rey más temible hasta de aquel tiempo, había construido un ídolo bastante grande, cuyas medidas eran aproximadamente, 27 metros de altura por 2,7 metros de ancho, como si de forma representativa hubiera llevado a cabo aquel sueño de la estatua cuyo significado se lo había revelado Daniel el profeta.

DANIEL 3
 2Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado. 3Fueron, pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor. 4Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, 5que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; 6y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

Este tan temido rey, como soberano que era, había dictado una nueva ley que determinaba que todos los hombres debían postrarse ante aquella estatua que había hecho construir, porque de lo contrario todos los que se nieguen o se revelen a cumplir aquella ley serían muerto de una de las formas más horrorosas de ese  tiempo.

O sea que todas las personas extranjeras que estaban subyugadas a este imperio, se encontraban en un grande aprieto, pues la sentencia por infringir la ley de aquel rey, era la muerte, no había más alternativas, o se postraban y adoraban aquella estatua de oro y continuaban viviendo,  o se negaban y morían quemados dentro de un horno de fuego ardiendo.

DANIEL 3
 7Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
8Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos.
 9Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. 10Tú, oh rey, has dado una ley que todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; 11y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

Como la autoridad de aquel rey tenía mucho peso, había personas encargadas de vigilar quienes la cumplían y quienes no, tal como lo expresan los versículos recién leídos: que se presentaron delante de rey los acusadores para dar las noticias de que habían algunos hombres que no se habían doblado ante aquella estatua. Tal acción se interpretaba como un acto de rebeldía y desafío, de manera que estos hombres debían morir inmediatamente, había que hacer caer el peso de aquella sentencia sobre estos hombres por haberse atrevido a desafiar al rey más temible de aquel tiempo.

DANIEL 3
12Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado.

Tal noticia para este rey no iba a ser nada agradable, enterarse de este hecho lo impulsaría de forma inmediata a cumplir la sentencia dictada contra estos hombres, demostrando también de esta forma delante de todo el pueblo, su soberanía y autoridad…

DANIEL 3
13Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey.

El hecho de que estas personas hayan sido traídas al instante delante de rey, demuestra cual era el peso y la autoridad de la que disponía, ya que como hemos leído, estos tres hombres sin importar quienes fuesen y cual haya sido los cargos que ocupaban en su reino, debían comparecer de forma inmediata delante de él para ser juzgados y ejecutados.

DANIEL 3
 14Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? 15Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho?...

Una vez traídos delante del rey, aunque este tenía fama de ser el más temible de aquel tiempo, iba a usar de un poco de misericordia con estos tres siervos de Dios, les iba a ofrecer una última oportunidad, una última posibilidad de rescatarse, prácticamente les está ofreciendo un rescate, que si consideramos el poder y la autoridad de aquel rey, la verdad que no tenía ninguna necesidad de hacerles aquella oferta a quienes habían desafiado su autoridad, porque en tal caso como soberano rey que era, podía haberlos lanzado al horno sin ninguna posibilidad de rescate.

Realmente este ofrecimiento era una posibilidad que había que considerar, porque se les estaba ofreciendo la posibilidad de salvar sus vidas a estos tres siervos de Dios, solo deberían postrarse delante de aquella estatua de oro en presencia del rey y sus consejeros, de manera que podían salvar sus vidas y a la misma vez  conservar su integridad delante del pueblo.  

DANIEL 3
…Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?

La soberbia de este rey lo llevo a desafiar a quien no conocía ni en lo más mínimo, porque una cosa era desafiar a estos hombres que por amor y devoción  a Dios, se negaron a doblarse ante la estatua de aquel rey a fin de conservar su integridad, pero en este caso no solo desafía a los hombres sino que también desafía a Dios en esta situación, que para tal caso considero este el motivo por el cual se iba a mostrar el poder de Dios para avergonzar y humillar a este hombre demostrando que si hay un Dios superior a todo lo que existe y que para él no hay nada imposible.

Porque hacer esta pregunta: “¿Que dios será aquel que los libre de mis manos?”, demostraba la soberbia y altivez de este hombre, como desafiando a Dios, sin entender que nuestro Dios es Omnipotente, que nadie hay como él, y que aborrece la soberbia y la altivez de los hombres (Proverbios 8:13).

Pero aquella respuesta por parte de estos tres hombres siervos de Dios, iba a sorprender a todo el reino, este suceso iba a marcar sus nombres para toda la historia, tal acción de fe iba a quedar reflejada como ejemplo de hombres que actuaron por fe.

DANIEL 3
16Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.

NO ERA NECESARIO, estaba tan claro para ellos el panorama, que realmente no era necesario ni siquiera responder tal pregunta, ellos no necesitaban ningún tiempo de oración para consultar a Dios que debían hacer, ya lo sabían, no iban a ceder ni un instante a doblarse ante aquella estatua, y realmente toda esta situación como de prueba de fe,  para ellos estaba resuelta.

DANIEL 3
 17He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

¡Gloria a Dios! Estos hombres frente a una situación de vida o muerte, frente al tribunal que lo estaba sentenciando a la muerte, decidieron no quebrar su fe en Dios, hoy lo vemos como una linda y conmovedora historia, pero es un hecho real, estos tres hombres estuvieron sentenciados a muerte, pero su confianza estaba depositada en Dios, porque tal respuesta; “ nuestro Dios nos puede librar de tu mano”, nos demuestra que se sostuvieron en Dios pase lo que pase, porque ellos tampoco ignoraban que podía suceder que no sean librados de tal situación, porque conocían que el Dios a quien sirven es soberano, y que él decide como él quiere, así que mas allá de que los libre o no los libre de aquel horno de fuego, ellos no se doblarían ante aquella estatua por amor y obediencia a Dios, porque como lo expresan las escrituras, Dios es muy celoso con sus hijos y con los que le aman, aborrece la idolatría, que casualmente es el pecado que llevo al pueblo judío al cautiverio

Pero estos tres hombres frente a esta situación demostraron su celo y obediencia a Dios, manteniendo su devoción durante su vida en cautiverio, que para tal caso imagino que deben haber sido de mucha oración y arrepentimiento por causa del pecado de su pueblo por el cual habían sido arrastrado al cautiverio, por haber sido desobedientes habiendo cedido al pecado de la idolatría, siguiendo imágenes de madera y piedra, como lo eran astarot y baal tal  como lo expresan las escrituras,  (Jeremías 2:27), y que ahora estaban pagando las consecuencias de ello, ahora les tocaba cargar el yugo de la esclavitud como castigo, tener que someterse a las leyes del régimen de otra nación, a otras costumbres.

Pero sin embargo observamos que solo unos pocos fueron los que no se sujetaron a la ley de este rey, porque el resto del pueblo al momento de elegir entre ser obedientes a Dios negándose a inclinarse ante aquella estatua, o lo contrario a ello que era inclinarse para salvar sus vidas, observamos que eligieron salvar sus vidas y desobedecer a Dios, no midiendo la gravedad del asunto, porque si analizamos la situación, este pueblo judío ya había sido desobediente no guardando la ley de Dios cuando aun estaban libres del yugo de la esclavitud, y que ahora sometidos a tal yugo, considerar que sería mejor delante de Dios parece ser que no les importaba demasiado, ya se habían doblado tantas veces delante de otros ídolos que hacerlo una vez mas no genero ningún problema para ellos.

Pero estos tres siervos de Dios decidieron ser obedientes hasta la muerte, ser fieles a Dios hasta la muerte, eligiendo agradar a Dios antes que a los hombres…

DANIEL 3
 19Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.

Aquella respuesta por parte de estos tres hombres iba a generar una grande ira acompañada de incertidumbre para este rey, porque observar aquella seguridad en ellos obligaría a calentar el horno siete veces más de lo acostumbrado, a fin de desbaratar cualquier método de salvación, ya sea por medio de hechicería o lo que fuere y asegurar sus muertes. Era la primera vez que ese horno se calentaba de tal manera.

DANIEL 3
 20Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. 21Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.

Había acumulado tanta ira, que quería asegurarse de matarlos, por ello había hecho traer a hombres vigorosos de su ejército para que los atasen y lo echen dentro de aquel horno ardiendo, para que exista ninguna posibilidad de fuga.

DANIEL 3
 22Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego.

Hacer calentar ese horno siete veces más de lo acostumbrado generaría una potencia calorífica incalculable, porque aquellos hombres vigorosos que metieron a estos tres siervos de Dios al horno, murieron sin entrar en él,  realmente la potencia que había alcanzado este horno era mortal, no había existía posibilidad alguna de poder salvarse, (humanamente hablando).

DANIEL 3
 23Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.

Pero lo que sucedió en aquella hora, era un hecho maravilloso, quizá era la primera vez que aquel rey iba a contemplar un milagro, aquel potente horno que mato a sus hombres vigorosos sin entra en él, no tenía ningún efecto, en estos tres hombres siervos de Dios…

DANIEL 3
24Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. 25Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
26Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. 27Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. 28Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.

Este hecho es realmente un ejemplo impactante que demuestra una fe inquebrantable de hombres que confiaron en Dios hasta el final.
A la verdad lo que somos en lo exterior, se va a quebrantar muchas veces, porque somos vasos de barro, vulnerables en lo exterior, pero lo que contenemos en nuestro interior es lo que no debemos quebrar, aquella fe en Dios que considero nuestro único eslabón que nos sujeta a él es lo debemos  cuidar, porque de lo contrario habremos fracasado, tomando ejemplo de estos hombres  que decidieron sujetarse a Dios mediante la fe en situaciones totalmente adversas para la carne…
Tal suceso es verdaderamente impactante que explicarlo con palabras a veces esta demás, leer esta historia nos deja grandes enseñanzas, tal como lo expresamos anteriormente, ver la postura que tomaron estos hombre de Dios, de no doblegarse ante la orden de este temible rey, prefiriendo la muerte antes que desobedecer a Dios, esperando en Dios que los librara de acuerdo a su voluntad, así como lo demuestra el verso 17…

DANIEL 3
17He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

Una firme postura de no quebrar la ley de Dios, entendiendo que Dios puede librarlo de la mano del rey y de aquel horno de fuego, pero sabiendo también que no dependía de ellos tal decisión, si no que todo estaba sujeto a la voluntad de Él, o sea que iban a ser librados si la voluntad de Dios así lo quería.

Pero en esta oportunidad estos hombres salieron ileso, en esta oportunidad estos tres hombres siervos de Dios sobreviven a aquel horno de fuego, atraviesan aquel milagro extraordinario, que sorprendió no solo al rey  sino a todo el pueblo entero, ya que luego de sucedido tal evento el mismo rey se encargo de sacar un nuevo edicto ordenando que cualquier hombre que hable mal del Dios de los judíos sea muerte inmediatamente así como lo expresa esta cita:

DANIEL 3
 29Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste. 30Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

Y así finalizamos esta historia repasada brevemente, a fin de conocer esta experiencia verdadera sucedida a siervos de Dios, como un hecho maravilloso y sorprendente, mencionado en la carta a los Hebreos.

Hebreos 11
33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.

En tal caso no sofocaron las llamas con agua, sino que la potencia de aquel horno lleno de fuego no tuvo ningún efecto en estos hombres…

Pero hasta el verso 34 del capítulo 11 de la carta a los Hebreos observaremos experiencias de hombres que  fueron librados de situaciones apremiantes actuando por fe frente a ellas, pero en la continuación de este capítulo, y mas precisamente desde el verso 35, observaremos un contrariaste en las experiencias mencionadas,  porque en las primeras vemos a hombres que por confiar en Dios sin quebrar la fe, fueron librados de situaciones difíciles y apremiantes, y me refiero a que estando al borde de la muerte fueron librado de una forma extraordinaria y maravillosa, pero en la continuación del verso 35 observamos que no va a sucederle lo mismo a estos otros hombres siervos de Dios que se mantuvieron de la misma forma frente a aquellas situaciones difíciles y apremiantes... 

Hebreos 11
35Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. 36Otros experimentaron”…

Tal como lo expresa este verso, es otra experiencia totalmente diferente a la que hasta aquí venimos estudiando...

Hebreos 11
 36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;

Tal como lo habíamos expresado anteriormente, en esta otra experiencia ya no observaremos a un Dios librador así como en las experiencias anteriores, sino que en esta no va a suceder lo mismo, y es realmente un contraste de la anterior, porque claramente dice el texto que algunos fueron librado del filo de la espada, mientras que en esta otra experiencia otros fueron muertos a filo de espada…

Si a lo mejor aquella experiencia de Sadrac, Mesac  y Abed-nego había generado en nosotros un gozo interior, como una alegría y fortaleza a la misma vez, esta otra experiencia nos va a dejar otro sabor, como si fuera una pesa contraria en nuestra balanza, ya que nos muestra que algunos por la fe en Dios fueron salvados, pero que también otros por la misma fe en Dios iban a sufrir y morir de formas muy humillantes, así como lo expresa la misma cita, algunos sufrieron  vituperios, azotes, cárceles, fueron aserrados, etc.

Esto nos demuestra que no se va a tratar de lo que nosotros queramos que haga Dios con nosotros en aquellas situaciones difíciles que debemos enfrentar, y que no siempre Dios nos va a librar. Porque debemos saber y entender que la confianza en Dios no radica en pensar que siempre Él nos va a librar, la fe no opera en nosotros para que Dios haga como nosotros deseamos, porque en tal caso operaria siempre a nuestra conveniencia, como si le diésemos ordenes a Dios cuando nosotros queramos. Pero la realidad es que no se trata de nosotros o de nuestra voluntad y deseo, sino que se trata de la voluntad de Dios en nosotros, y que nuestra postura en tal caso debería ser también como lo expresa esta cita, que hubo algunos que no aceptaron el ser rescatados, sino que prefirieron la muerte por amor a Dios.
Pero tal postura a la verdad la vemos en todos aquellos que confiaron en Dios, así como lo sucedido a  Sadrac,  Mesac y Abed-nego, que tendiendo la posibilidad de evitar aquel horno de fuego, no aceptaron  aquella oportunidad de salvarse, sino que eligieron morir en el horno sin saber que Dios les iba a librar de allí.

Debemos entender que la fe no es para exaltar al hombre, sino que es aquel único eslabón que nos une a Dios, es el medio por el cual nos acercarnos a él, es la forma por la cual también confiamos en Él como si le estuviésemos viendo.
La fe opera en los hombres para acercarlos a Dios, porque sujetos a Él es que vamos a vencer todos los temores, porque Él es Dios,
La verdad es que el anhelo verdadero de todo hijo de Dios debería ser el mismo que demuestra el apóstol Pablo, porque entender quien es el Señor Jesucristo, debería hacer que estemos deseándole en todo momento, porque nuestro Dios es realmente grande en poder, es Señor de señores, es nuestro Salvador, es Rey de reyes, es Soberano y misericordioso, es omnipotente, Él lo es todo en nuestra vidas, si entendemos esto, vamos a vivir anhelándole solo él, vamos a estar deseándole para habitar con Él, vamos a amarle con todas nuestras fuerza, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente…

Esto implica amarle por sobre todas las cosas, y mantenerse integro sin quebrarse en todo tipo de situaciones, y más en aquellas difíciles de enfrentar, sabiendo que si nos toca atravesar alguna de ellas no debemos aferramos a nosotros como para salvar la vida en la carne, porque no depende de nosotros, no decidimos por nosotros mismo, sino que debemos sujetamos a Dios en todo momento, y estar tranquilos sabiendo que hemos cumplido su ley y sus estatutos, y que nos mantenemos íntegros en cualquier circunstancia de nuestras vidas, conociendo que si él quiere puede librarnos, pero que depende de él, y demostrar que no le seguimos por conveniencia, no le seguimos solo por pensar que nos puede librar de situaciones mortales, sino que le seguimos por amor genuino.

Existen entonces dos tipos de experiencias, en una Dios quiso librar a los que en Él confiaron en situaciones al borde de la muerte, y en otras quiso fortalecerlos para morir sin negar su nombre.

Filipenses 1
20  conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado;  antes bien con toda confianza,  como siempre,  ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo,  o por vida o por muerte.

Esta cita me agrada bastante ya que considero que Pablo usa las palabras adecuadas para este caso, decir que Cristo será magnificado en su cuerpo o por vida o por muerte, es porque se trata solo de Cristo

Filipenses 1
21  Porque para mí el vivir es Cristo,  y el morir es ganancia.

Para Pablo el vivir era Cristo, pero no debería serlo solo para Pablo, sino para todos los que aman a Dios, porque si le amamos de verdad, que mejor anhelo que querer estar con él, que mejor anhelo que buscar conocer a Jesucristo, a nuestro Señor, a aquel que nos ha salvado y que nos va a hacer herederos en su gloria…

Filipenses 1
22  Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra,  no sé entonces qué escoger.
23  Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho,  teniendo deseo de partir y estar con Cristo,  lo cual es muchísimo mejor;

¡Amén!! Por supuesto que sí, estar con Cristo es muchísimo mejor…

Hermanos, si alguna vez por causa de Cristo estamos envueltos en alguna situación difícil, nuestro anhelo en ese momento como en toda nuestra vida tiene que ser desear estar con Cristo, y no una constante suplica de querer ser librados de ella, como diciendo “Señor sálvame, Señor sálvame”, NO, allí debemos decir; “Señor hágase tu voluntad y que tu nombre sea magnificado, ya sea que viva o que muera pero que tu Señor mío  seas magnificado. SE TRATA DE CRISTO
Realmente Pablo se expresa con las palabras adecuadas en esta cita, y esa debería ser la postura de todo cristiano, no solo en esta para este tipo de situaciones, sino durante toda nuestra vida, como también continúa diciendo;

Filipenses 1
22  Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra,  no sé entonces qué escoger.

Este hombre ni siquiera está pensando en él, con esto demuestra que vive día a día sabiendo que es un utensilio en manos del Señor, solo un vaso de barro que contiene lo que Dios ha puesto en él para el desarrollo del plan de Dios, sabiendo que Él hará con él lo que quiera, y si la voluntad de Dios es que quede aun en la carne no es para un beneficio y placer de él, sino para trabajar para Dios en lo que Él quiera,

Y analizando la vida de Sadrac, Mesac y Abed-nego, es la misma postura, demostrando estos también estar seguros y confiados en Dios, no dudando en nada, sino dispuestos a ir a la muerte por causa de Él, conociendo que Dios podría salvarles de aquella situación, ya que para Él que hizo el mundo entero nada le es imposible, de seguro podría librarlos de la mano de un ser creado, pero que también no dependía de la voluntad de los hombres sino de la suya, ya que es Dios y por lo tanto es soberano Señor.

Esto hechos nos demuestran que la fe debe ser inquebrantable, porque es en aquellas situaciones donde aquel eslabón que nos sujeta a Dios no debe romperse, porque de lo contrario habremos fracasado.

Si analizamos las escrituras en base a este tema, conoceremos que ejemplos de hombres que actuaron por fe hay muchos, son demasiados, tanto en la experiencia de aquellos que fueron librados de una forma maravillosa, como en la experiencia de aquellos que no fueron librados para vida sino que fueron fortalecidos para atreves aquella situación hasta la muerte.

Porque la fe ha operado tanto para librarlos de aquellas situaciones apremiantes, como también fortalecerlos para sufrir la muerte con gozo.
Y yo particularmente también considero a Pablo un ejemplo de cómo enfrentar aquellas situaciones difíciles en nuestras vidas, aclarando por supuesto que Jesucristo es el mayor y mejor ejemplo en todos los casos, pero analizar las cartas de Pablo nos permite ver varias clases de sufrimientos que se pueden padecer   en la vida de un cristiano,

2° Corintios 11
 24De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.

En la vida de Pablo observamos que no hay un Dios librador de situaciones difíciles, y es por la sencilla razón de que son diferentes experiencias tal como lo expresa la carta a los Hebreos, pero vemos que ambas experiencias exaltan a Cristo, ya sea que seamos librados o que no seamos librados igual Cristo es exaltadlo, porque en todos los casos se trata de Él, porque es Cristo es el autor y consumados de la fe.      

Hermanos míos, la fe está asociada a la obediencia, porque debemos obedecerle a  Él en cualquier circunstancia, de lo contrario seriamos mentirosos o convenidos, si decimos que tenemos fe y no le obedecemos a Dios en cualquier situación nos hace falsos, porque lo primero que debemos guardar en todo momento son sus mandamientos, Amarle a Él por sobre todas las cosa y amar al prójimo como a uno mismo

Es por ello que la fe debe ser inquebrantable, y como dijimos anteriormente, nosotros somos vasos de barro, y como vasos nos vamos a quebrar, este vestido que nos envuelve se termina, pero aquella depositado en nuestro interior, aquella fe que nos sujeta a Dios debe ser inquebrantable,  porque de esa forma nos vamos a acercar a Dios más de lo que podemos describir.

Como lo expresa el titulo de este mensaje, UNA FE INQUEBRANTABLE, y aunque parezca un nombre sencillo deja mucho en nuestras vidas, porque la verdad que encontrar algo que cumpla con esta cualidad, no es fácil, de hecho todos los materiales o elementos que hay en esta tierra se pueden rompen, pero la fe genuina es realmente inquebrantable, así como lo han demostrados estos hombres de Dios al pasar por aquel  horno de fuego y perseverar para gloria de Él, dando fruto al quedar como ejemplo para nuestras vidas, no como para hacernos pensar que siempre seremos librados de situaciones difíciles; puede ser que seamos librados, como también puede suceder que no seamos librados, sino que aquella situación sea de mucho  maltrato, humillación y también sea nuestro paso a la gloria de Dios…

Cualquiera de las dos experiencias exaltan a Dios, y ese debería ser nuestro corazón, buscar siempre que Él sea exaltado porque Él es digno de ello.

Conociendo también que Jesús como varón experimentado en quebranto (Isaías 53:3), no vino a hacer su voluntad, sino que vino en cumplimiento de las profecías que se hicieron respecto de Él, así como Él también dio testimonio al decir que no ha venido para hacer su voluntad sino la voluntad del Padre que el envió (Juan 6:38), la vida de nuestros Señor estaba trazada, es por ello que cuando Pedro saca la espada y le corta la oreja a  este hombre llamado Malco, Jesús le dice que guarde inmediatamente su espada, ya que no era necesario que nadie le defendiera, expresando también en aquella oportunidad que si necesitaba alguna defensa podría orar al Padre y Él le enviaría doce legiones de ángeles, o sea que si necesitaba ser rescatado no sería por la mano de este discípulo, sino que existía un rescate mucho mejor que el que podían ofrecer los hombres, algo mucho más seguro y eficaz, pero que Jesús iba a desechar en aquella hora porque no se trataba de lo que Él quiera, sino de la voluntad del Padre, en aquella situación nuestro Señor Jesucristo iba a rechazar el rescate que podían brindar doce legiones de ángeles, en una oportunidad en la vida de David (2° de Samuel 24:15) un ángel de Dios mato a  setenta mil hombres, cuanto más podrían hacer doce legiones de ángeles, estoy seguro que podían desbaratar al mundo entero…

Pero observamos que existía un rescate para nuestro Señor, pero no se trataba de lo que Él quería, su oración no sería aquella suplica diciendo “Dios líbrame, Dios líbrame”, sino Padre que se haga tu voluntad

Salmos 40
6  Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.
7  Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí;
8  El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón

¡EL HACER TU VOLUNTAD, DIOS MÍO, ME HA AGRADADO!!!

Así que está más que claro que NO se trata de lo que nosotros queramos, sino de lo que Dios haya determinado hacer con nosotros en aquellas circunstancias, y en lo que dependa de nosotros solo debemos buscar conocer cuál es su voluntad para tal caso, porque obrando así conoceremos más claramente cómo opera la fe en Dios. Siempre como vasos de barro seremos débiles, pero a pesar de ello el poder de Dios se perfecciona en la debilidad

2° Corintios 12
10  Por lo cual,  por amor a Cristo me gozo en las debilidades,  en afrentas,  en necesidades,  en persecuciones,  en angustias;  porque cuando soy débil,  entonces soy fuerte.

Nuestro gran pastor, el Señor Jesucristo, nos ha dejado ejemplo para seguir sus pisadas, aquel que pudo ser librado más de una vez en aquella situación, primeramente con doce legiones de ángeles, luego también con Pilato al quedarse callado cuando este le dice que tenia la autoridad para librarle, o esperar ser librado de la muerte de cruz rogando a Dios que ponga en los corazones de los hombres que eligiesen a Barraban antes que a Él y ser librado también allí, pero que no busco su favor, sino que rechazo todas las oportunidades y ofertas de rescate que existían, porque el hacer la voluntad del Padre le había agradado.

Mateo 26
53¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? 54¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?

Juan 19
10  Entonces le dijo Pilatos: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?

Mateo 27
15Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen. 16Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. 17Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilatos: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

El gran Pastor tenía que padecer, porque así estaba escrito de Él, y vino para hacer todo conforme al plan determinado desde antes de la fundación del mundo.

Esperemos que como iglesia soportemos y confiemos en Dios en todas las circunstancias que pueden envolver  nuestra vida, sabiendo que el Dios que hace maravillas, la puede hacer con nosotros si Él quiere, pero que su voluntad no está supeditada a nuestra voluntad, nosotros debemos mantener firme sin quebrar aquel eslabón que nos sujeta a él en todas las circunstancias, porque como hemos escrito antes, el anhelo al presente debe ser querer estar con Cristo porque esto es muchísimo mejor que cualquier cosa en este mundo, anhelar aquella gloria para estar con aquel debe estar en nuestro corazón…

Así que hermanos nuestra fe debe ser igual que la de nuestro Señor, UNA FE INQUEBRANTABLE.

La paz del Señor Jesucristo

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