martes, 30 de abril de 2013

¡ES UNA TRAMPA!


Colosenses  2
8  Mirad que nadie os engañe por medio de FILOSOFÍAS Y HUECAS SUTILEZAS, SEGÚN LAS TRADICIONES DE LOS HOMBRES, conforme a los RUDIMENTOS DEL MUNDO, y no según Cristo.
9  Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
10  y VOSOTROS ESTÁIS COMPLETOS EN ÉL, que es la cabeza de todo principado y potestad

PARTE 2: ¿PORQUE ES UNA TRAMPA?  ¿PORQUE ES UNA RED?

      En una conversación no muy lejana que sostuve con hermanos cristianos de otra ciudad (Rosario de Lerma, Salta, Argentina), mientras me hablaban de los oficios con los cuales sostenían a sus respectivas familias, una dura realidad empezaba a golpear sus propias mentes, pues algunos de ellos habían  incursionado en el oficio panadero con lo cual emprendieron su propio negocio que a su vez era una fuente laboral para otros hermanos de la misma congregación, otros se habían perfeccionado en la carpintería artesanal forjando un negocio sustentable para sus familias con la ventaja que manejaban sus propios horarios sin tener que rendirles cuentas a nadie, algunas hermanas habían llevado adelante un proyecto de costura y bordado de ropa que funcionaba muy bien, pues colegios de la zona les encargaban trabajos (uniformes) al por mayor para los alumnos de la misma escuela, cabe mencionar también que otros hermanos de la misma congregación tenían su propia empresa de construcciones de viviendas,  y lo curioso de todos estos oficios con los cuales ellos se sostenían muy bien no habían sido enseñados por las escuelas y colegios del lugar, fueron producto de su propia invención y valentía por la dura realidad de la escases de empleos, que en este caso les resulto totalmente favorable para ellos mismos.

      Ahora pregunto; ¿era necesario cursar ocho años en la escuela primaria (incluido el jardín de infantes), cinco o seis años más en la escuela secundaria, y unos dos o tres años perdido en algún terciario, para poder desempeñar estos oficios sustentables para sus propias familias? No sé si pueden verlo…

domingo, 21 de abril de 2013

¡ES UNA TRAMPA!


      Proverbios 7
      23  Como el ave que se apresura a la red, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasa su corazón.

PARTE 1: LA GRAN RED

Cuando era un pequeñito al cuidado de mis padres, recuerdo que junto con mi documento de identidad ellos solían tener mi carnet de vacunación, una pequeña libreta donde estaban registradas todas las vacunas colocadas en mi cuerpo, pero de lo que nunca tuvieron registro fue de todas las inserciones intangibles colocadas en mi mente…

      Un pensamiento común que se inculca automáticamente en nosotros desde muy pequeños, es aquel que nos muestra que la vida del hombre parece consistir tan solo en; nacer, crecer, estudiar, ser empleado, endeudarse, pagar cuentas, sobrevivir y fallecer. Queramos o no, esta idea o pensamiento se introduce en nuestras mentes sin siquiera pedir permiso, y esto por la sencilla razón que es la realidad que nos rodea. Vivimos y crecemos en una sociedad de empleados, de personas que obligadamente tienen que ceder el control a otros para poder subsistir, pero lo grave de este asunto es que nos hemos acostumbrado a ello, lo hemos asimilado de tal forma que no nos permitimos dudar si esto debe ser así o no, o si está bien o mal. Nos han hecho creer que no hay alternativas para nosotros, que nacer y tener que trabajar al servicio de otros, es la parte que nos ha tocado en la vida y que ser empleados es lo natural, pero no acaba allí, hay otro problema, “no hay empleos” “no hay vacantes” “no hay trabajo” y la demanda por conseguir uno ha obligado a que los mismos (empleos) deban jerarquizarse y aumentar sus requerimientos, al punto tal que hoy, para ser un vendedor de zapatos en una tienda se debe tener un currículo con los estudios secundarios completo (no es broma). Hoy por hoy las personas se obligan a estudiar no por el anhelo de querer aprender alguna ciencia, sino porque es un requisito indispensable al momento de buscar un empleo, podría decirse que estudiamos para llenar un currículo que nos permita  conseguir un empleo “digno” y así tener una vida un poco menos sacrificada, en otras palabras, también podría decirse que asistir a las escuelas, colegios y universidades ya no pasa por la necesidad de adquirir alguna ciencia y/o conocimientos, sino porque el hecho de no hacerlo implica que estamos  destinados a una vida infeliz, de arduo trabajo, esfuerzo y sacrificio. Y lo más lamentable de todo esto es que tal pensamiento ha hallado fuerte cabida aun en la iglesia de Cristo.