sábado, 8 de septiembre de 2012

De frente al Tribunal de Cristo





DE FRENTE AL TRIBUNAL DE CRISTO

Hebreos 9
27  Y de la manera que está establecido para los hombres QUE MUERAN UNA SOLA VEZ, y después de esto EL JUICIO.

Vamos a comenzar haciendo un muy sintético análisis del libro de Eclesiastés con una breve lectura del mismo a fin de abordar este tema. Los que han leído completamente este libro conocerán que quien lo escribió, fue una persona dotada de una excelente sabiduría, con muchas riquezas, y con el más alto grado jerárquico de dignidad y respeto que puede obtener una persona, ya que fue constituido rey del pueblo de Dios durante un periodo de 40 años, tiempo en el cual obtuvo todo lo que comúnmente desean las personas durante toda su vida, anhelo que consiste en tener posesiones, riquezas, confort mundano, reconocimiento, fama, jerarquía política, sabiduría, e incluso la poligamia misma, pero sin embargo el mensaje de este hombre, rey del pueblo de Dios, que lo tubo prácticamente todo, siendo ya un anciano, nos aconseja cambiar totalmente la dirección de nuestras vidas,
 concluyendo que lo único que verdaderamente importa en la vida de todos los cristianos es TEMER A DIOS Y GUARDAR SUS MANDAMIENTO, y que esto es EL TODO DEL HOMBRE, ya que cumplir tales cosas tiene muchísimo más valor que todo los bienes terrenales que se puedan obtener en este mundo,  porque el día que abandonemos esta carne, nuestra alma se presentara delante de Dios para ser juzgada de todo nuestro obrar a la luz de su ley la cual es puramente espiritual, sin obtener el hombre ningún provecho de todo su logro terrenal.

Eclesiastés 1
12  Yo el Predicador FUI REY sobre Israel en Jerusalén.
16  Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría(A) sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.

Eclesiastés 2
4  Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas;
5  me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto.
6  Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles.
7  Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén.
8  Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música.
9  Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría.
10  No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena.
11  Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, TODO ERA VANIDAD Y AFLICCIÓN DE ESPÍRITU, Y SIN PROVECHO DEBAJO DEL SOL.
15  Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? (el hombre se iba a morir) Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
16  Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio.
17  Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; POR CUANTO TODO ES VANIDAD Y AFLICCIÓN DE ESPÍRITU.
18  Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.
19  Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
20  Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.

      Eclesiastés 5
      15  (Porque) Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano.
16  Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano?
      17  Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria.

Eclesiastés 9
4  (Pero) Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
      5  PORQUE LOS QUE VIVEN SABEN QUE HAN DE MORIR; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.

      Eclesiastés 12
      1  Acuérdate (por lo tanto) de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
     
      13  El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; PORQUE ESTO ES EL TODO DEL HOMBRE.
      14  Porque Dios traerá TODA OBRA A JUICIO, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

O sea que tenemos el testimonio de un hombre, dotado de una gran sabiduría, que fue rey de Israel, y que obtuvo todo lo que el hombre desea tener en esta vida, que nos exhorta a despojarnos de todo tipo de anhelos mundanos y perseguir aquellos que tienen una retribución puramente espiritual, ya que él habiéndolo comprobado, encontró que no hay ningún provecho para el hombre de todo aquello en que se afana debajo del sol por lograr cosas terrenales, porque el día que fallecemos y nos presentemos al tribunal de Cristo nada de ello llevaremos en nuestras manos, sino que así como vinimos (desnudos) así nos vamos, porque nada hemos traído al mundo y sin duda alguna nada podremos sacar en aquel día, y todo lo que afanadamente hemos logrado quedara en manos de otro. Pero además de esto, lo que verdaderamente importa es que estando en aquel Tribunal, seremos juzgados por todo nuestro obrar en el mundo, no quedando nada encubierto aquel día, dándosele valor e importancia solamente a la obediencia del evangelio con sus mandamientos conforme a la voluntad de Dios. Pero tal parece que nosotros preferimos censurar aquella exhortación y continuar buscando afanadamente las cosas terrenales que el mundo ofrece, corriendo en el mismo desenfreno de la humanidad gastando así nuestras vidas en ello, pasando por alto todas las advertencias respecto de los juicios del Señor, para lo cual lo único que logramos es atesorar ira de Dios para aquel día en la corte.

2° Corintios 5
10  Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Allí estaremos todos nosotros dentro de un tiempo nada mas, desnudos frente a Él, solo nos va a acompañar nuestra conciencia la cual dará testimonio de todo nuestro obrar, porque no ocurrirá que aquel día no recordemos todo lo que hicimos y si estuvo bien o mal todo aquello, sino que todo lo hemos hecho estará fresco en nuestra mente, y si alguna cosa estamos pasando por alto, Dios abrirá un libro de memoria, tal como lo expresa Malaquías 3:16 donde se hallaran escritas absolutamente todas las cosas que hicimos y dijimos mientras estábamos en el mundo.
Malaquías 3
16  Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.

Mateo 12
36  Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.

Allí estarán anotados absolutamente todos nuestros hechos para ser examinados, todas las palabras ociosas que hemos mencionado estarán escritas en ese libro a fin de que demos cuenta de cada una de ellas en aquel día, y si le hemos dado un vaso con agua a alguien también allí estará escrito, y si cubrimos de ropa a algún pequeñuelo del Señor o si se la negamos, todo estará presente en aquel día, sea bueno o sea malo todo estará al descubierto frente al Señor y Juez Justo.

Hebreos 4
13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

En la conocida historia del rico y lázaro (el pobre), una vez muerto ambos, el hombre rico estando en aquel lugar de angustia y tormento era consciente de todo su mal proceder en la tierra al punto tal que deseaba que alguien le hablara a sus hermanos que aun estaban con vida, a fin de evitar que estos corran el mismo destino que él en aquel lugar de amargo tormento. O sea que fuera del cuerpo vamos a estar bien consiente de todo lo que hicimos, y de lo que no hicimos también, arrepintiéndonos de muchas cosas que tendríamos que haber cambiado mientras estábamos en el mundo, pero por haber sido necios e imprudentes no quisimos hacerlo.

            Somos advertidos insistentemente por las escrituras respecto de los juicios del Señor para cada uno de nosotros, pero preferimos no escuchar esa voz y pensar solamente en que Él es Amor, Misericordia, Benignidad, Bondad, y que aquel día en el juicio seremos perdonados de todos nuestras malas acciones y rebeliones solamente porque Él es un Dios Bueno. A la verdad Él es Bueno, y muy Bueno, de mucha Misericordia, Paciencia e inescrutable Amor, pero no nos toca a nosotros el hecho de atribuirnos su Bondad, Amor y Misericordia en aquel día a nuestra conveniencia, en tal caso seriamos nuestros propios jueces, pero eso no sucederá. Nosotros debemos pensar que así como Él es Bueno, Misericordioso y de grande Amor, también es extremadamente Justo, y aquel día hará justicia, y esto es lo único que nosotros deberíamos considerar mientras vivamos en este mundo, no para tratar de justificarnos con buenas obras en aquel día, sino para sujetarnos en obediencia perfeccionando la santidad en el temor de Dios (2° Co 7:1) hasta el final.

¿Escuchas la voz de Dios cuando lees las escrituras? (la biblia), ¿escuchas el consejo de Dios en la predicación de algún hermano?, cuando Juan el Bautista predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados al pueblo de Dios (Mr. 1:4), a toda la gente que salía a él para ser bautizados les decía sin ningún pudor “generación de víboras” (Lc. 3:7) preguntándoles quien les había enseñado a huir de la ira venidera, y es una pregunta que me llamo a la meditación, ¿Quien le había enseñado a esta gente a huir de la ira venidera de Dios?, ¿Qué es exactamente lo que opero en ellos para dar aquel paso de humillación  a la vista de todos y  bautizarse confesando sus pecados?, evidentemente una voz en sus conciencia les estaba hablando y declarando que debían arrepentirse y cambiar totalmente el rumbo de sus vidas para evitar la ira de Dios en el día que sean juzgados por Él. Y ahora yo pregunto ¿escuchas tu esa voz en tu conciencia? ¿No le temes a Dios y a su ira venidera? Debemos hacer frutos dignos de arrepentimiento.

      Romanos 2
      5  Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira PARA EL DÍA DE LA IRA y de la revelación del justo juicio de Dios,
      6  el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
      7  VIDA ETERNA a los que, PERSEVERANDO EN BIEN HACER, BUSCAN GLORIA Y HONRA E INMORTALIDAD,

      Vida eterna a los que perseverando en el bien están buscándola cada día de forma genuina. Esa búsqueda constante de la gloria, honra e inmortalidad (vida eterna) es una forma de vida, es un trabajo que debemos hacerlo de todos los días de nuestras vidas en este mundo, tarea que demanda todo nuestro tiempo, nuestros recursos, nuestras fuerzas agotándonos totalmente, pero que vale la pena desgastarnos por ello, ya que el día que estemos frente al Tribunal de Cristo, recibiremos de Él nuestra recompensa la cual no tiene comparación con nada que pueda ofrecernos este mundo vano.
     
      8  pero ira y enojo a los que son CONTENCIOSOS y NO OBEDECEN A LA VERDAD, sino que obedecen a la injusticia (inrectitud);

      Aquellos que afanadamente buscan justificar de cualquier forma una vida mundana dentro de la iglesia, personas que no toleran (contenciosos) que se les hable del juicio de Dios, ya que sus vidas no obedecen a la verdad del evangelio, sino que prefieren vivir según la injusticia de este mundo cumpliendo solamente con orar y leer la biblia pero sin vivirla.
     
      13  porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
     
      Son los hacedores de la ley los que agradan a Dios. A veces nuestras ideas teológicas superan ampliamente nuestra vida en Cristo, podemos ser demasiados conocedores de las escrituras pero sin querer vivirlo ni en lo más mínimo, tal acción solo nos transforma en hombres religiosos con muchas ideas pero sin Cristo, exactamente igual a la religión de los fariseos con todas sus costumbres.

Lo que busco enfatizar es; Si al final de nuestra vida nos presentaremos delante del más alto y sublime Tribunal que existe en todo el universo, “EL TRIBUNAL DE CRISTO”, donde el que lo preside es exhaustivamente Justo, un lugar donde todo es extremadamente  santo y no existe ni el más mínimo vestigio de corrupción como lo hay en los tribunales mundanos, entendiendo que allí todo se hará en perfecta justicia, y para donde miremos solo se reflejará justicia, imaginando que no podremos estar parados frente a Él sino sobre nuestras rodillas con mucho temor y temblor, ya que todo lo que hicimos durante nuestra pobre vida cristiana estará al descubierto frente al Juez Justo, para que sea examinado y evaluado por Él, según leyes y mandamientos espirituales que nosotros no desconocemos porque están escritos en nuestra mente y en nuestro corazón conforme al evangelio de Cristo… pregunto:  ¡¿PORQUÉ PERSISTIMOS EN SEGUIR VIVIENDO SEGÚN LA CARNE Y NO SEGÚN EL ESPÍRITU?!! ¿PARA QUÉ OCUPARNOS DURANTE TODA NUESTRA VIDA SOLO DE LA CARNE? ¿PORQUÉ NO OCUPARNOS ARDUAMENTE DE LO ESPIRITUAL?, ¿CUAL ES EL SENTIDO DE SEGUIR NEGÁNDONOS A VIVIR EL EVANGELIO DE CRISTO TAL COMO ÉL ENSEÑO QUE LO VIVAMOS?... Tu y yo sabemos que allí no va a tener ninguna injerencia el mundo con todas sus leyes y costumbres carnales, y que nadie va a poder justificarte diciendo yo solo intente vivir una vida cristiana normal según el mundo, porque allí lo único que importará es cuanto nos hemos sujetado en obediencia al Señorío de Cristo para hacer solo su voluntad, guardando y cumpliendo sus mandamientos, habiendo renunciado a los deseos mundanos todos los días de nuestra vida.

Pero sin embargo hay algunos que ignorantemente buscan justificar una forma de vida mundana siendo cristianos, pensando que se puede vivir como el mundo ordena y a su vez  agradar a Dios. Solo hay una sola respuesta para ese pensamiento.

Gálatas 6
7  No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
8  Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Romanos 8
6  Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

El cristianismo de hoy equivocadamente enseña que se puede vivir según la corriente del mundo y luego heredar la vida eterna sin haber hecho nada digno de ello, sin haberse doblegado al Señorío de Cristo y pasando por alto todas las enseñanzas del verdadero evangelio. Pero esa enseñanza no tiene ningún  fundamento bíblico.

Como hemos visto en el inicio de este mensaje en el libro de Eclesiastés, el predicador nos enseña que todo lo que pueda hacer el hombre en este mundo fuera del evangelio de Cristo no tendrá ningún valor para el Señor en aquel día, y que todo lo que humanamente obtengamos durante nuestra vida no lo podremos  sacar hacia la eternidad sino que compareceremos frente al tribunal de Cristo con las manos vacías.

Eclesiastés 5
15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. 

Marcos 8
36  Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
37  ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Nuestra ganancia o galardón como verdaderos cristianos no será con cosas mundanas en aquel día, Dios no va a premiar a sus hijos con cosas terrenales, sino con aquellas que son ampliamente superiores a lo terrenal y además son eternas, ya que sus riquezas no se gastan como las del mundo sino que permanecen para siempre, y nosotros debemos poner la mirada en aquellas riquezas eternas aunque no podamos verlas con estos ojos, pero que sabemos que verdaderamente existen y son superiores al mundo entero por el testimonio del Espíritu Santo.

2° Corintios 4
18  no mirando nosotros las cosas que se ven, SINO LAS QUE NO SE VEN; pues las cosas que se ven son temporales, PERO LAS QUE NO SE VEN SON ETERNAS.

      Así debe ser nuestra vida de cristianos verdaderos, no anhelando afanadamente cosas en este mundo, no gastando nuestra vida luchando por cumplir metas terrenales para ser aprobados por los hombres, ya que todo se pierde en este mundo tal como lo comprobó aquel rey hace muchos años a fin de que nosotros que aun vivimos, no seamos insensatos en nuestra forma de vida.

1° Timoteo 6
6  Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
7  PORQUE NADA HEMOS TRAÍDO A ESTE MUNDO, Y SIN DUDA NADA PODREMOS SACAR.
8  Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
9  Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;

GRAN GANANCIA ES LA PIEDAD ACOMPAÑADA DE CONTENTAMIENTO.

A lo mejor no queremos identificamos directamente con estos pasajes de la biblia, ya que el último verso concluye “que los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo del diablo”, y por esa razón pensamos que no puede aplicarse a nuestra vida actual, ya que nosotros con todo lo que hacemos diariamente no estamos buscamos enriquecernos en el mundo, y por lo tanto imaginamos que no está mal continuar luchando por lo que el mundo llama una vida normal. Pero no nos damos cuenta que aquello que perseguimos día a día en este mundo, absorbe nuestro tiempo y nuestra vida, porque nos afanamos desmedidamente para poder lograrlo.

      Filipenses 4
      6  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Mateo 6
31  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
      34  Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Busquemos entonces primeramente el reino de Dios y su justicia para que las cosas necesarias nos sean añadidas. Con esto no estoy diciendo que debemos renunciemos locamente a los trabajos que actualmente desarrollamos para poder subsistir, sino que debemos evaluarnos en toda sinceridad y a la luz de la escrituras, a fin de conocer donde está actualmente nuestro corazón, para poder corregir así la dirección de nuestras vidas mientras estemos en este mundo antes que sea demasiado tarde, porque el hecho de conocer que vamos a rendir cuentas delante del Juez Justo por todo lo que hicimos y por todo lo que NO hicimos, debería sujetarnos al temor de Dios todos los días de nuestra vida.

Esto ya no se trata de conversaciones que podamos hilar entre nosotros mismos tratando de justificar formas de vida, imponiendo limites de que cosas podemos hacer o dejar de hacer, o que cosas podemos buscar y dejar de buscar. Conocer que seremos juzgados por Él para mi supera todo tipo de discusiones insensatas que podamos tener entre nosotros, como debates teológicos llenos de versículos bíblicos para auto justificarnos, porque ahora esto empieza a ser hasta el día en que te mueras solamente entre tú y el Juez Justo, entre nosotros podemos debatir largas horas respecto de cuestiones de cómo es permitido vivir, pero la pregunta es, que le vamos a decir a Él en aquel día, que argumento valdrá para justificarnos de lo que no hicimos.

Al parecer vivimos pensando que pasar por este mundo se trata de la verdadera vida, pero no es así, porque en este mundo solo estamos de paso, somos peregrinos, somos extranjeros, no le pertenecemos a él. Es por ello que debemos tener bien presente que esto que vivimos en el mundo no es la verdadera vida, es tan solo el examen que debemos pasar para que sea determinado si somos o no somos genuinos hijos de Dios, porque nuestra verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.

Colosenses 3
2  poned la mira en las cosas de arriba, NO EN LAS DE LA TIERRA.
3  Porque habéis muerto, Y VUESTRA VIDA ESTÁ ESCONDIDA CON CRISTO EN DIOS.
4  Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

Un predicador que ya falleció, solía decir: “OH DIOS SELLA LA ETERNIDAD EN MIS OJOS”, a fin de que vivamos con la mirada puesta en los cielos y no en la tierra, para que nuestro paso en el mundo solo sea para hacer riquezas allá en los cielos, en aquel reino celestial donde no hay polillas que corrompan y ladrones que acechen y hurten

Si tenemos la posibilidad de hacer tesoros en los cielos mientras estemos en este mundo, para que vivir como aquellos que se presentaran como pobres en aquel día, ya que nosotros conocemos de ante mano todas las riquezas que existen en Cristo Jesús, entonces trabajemos en ello con todas nuestras fuerzas hasta el final de nuestras vidas. Hagamos pues frutos dignos de arrepentimientos y arreglemos todas las cosas que aún están pendientes en nuestras vidas antes que se nos haga demasiado tarde, si hay cosas pendiente arreglémoslas prontamente y no sigamos postergándolas, seamos dignos de la sangre de Cristo en aquel día, quitemos de nosotros todo orgullo altivez y soberbia y corramos hacia a la inmortalidad haciendo lo que realmente aprovecha a nuestras vidas, vivamos el evangelio y seamos siervos fieles del Señor Jesús preparándonos el tiempo que resta para enfrentarnos a aquel Tribunal.

      El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y vive el evangelio de Cristo conforme a sus mandamientos porque esto es el todo de la vida cristiana, porque el día que estemos frente a Dios, el traerá TODA NUESTRA VIDA A JUICIO, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

La paz del Señor
02/09/2012

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